

60 años
DE HISTORIA

Responsabilidad y trabajo en equipo
Valores que perduran en el tiempo y laten profundo en nuestra empresa
Es imposible separar la historia de Casa Oslé, a la de su fundador. Su impulso se re eja y vuelve una y otra vez sobre quienes continúan su trabajo. Todos conocen sus anécdotas y las comparten con orgullo. Se cuenta por ejemplo, que en los viajes de Retiro a Los Polvorines, Aurelio llevaba en sus manos toda la mercaderÃa que podÃa cargar.
Por aquél entonces, la obra pública de Los Polvorines era de ciente, hablamos de una zona rural, en la que fal- taba el asfalto y en algunos lugares, hasta la luz eléctrica. El camino era difÃcil y cuando llovÃa casi intransitable.
​
Al bajar del tren, caminaba 7 cuadras más haciendo pausas para recobrar el aliento, ya que el trayecto era duro y la carga pesada. AsÃ, con la convicción de que, cueste lo que cueste, la importante mercancÃa debÃa llegar a destino en tiempo y forma, se de nÃa un rasgo caracterÃstico de Casa Oslé.
​
Fueron años difÃciles y de mucho trabajo. Los hijos se dormÃan tarde y los padres se quedaban trabajando todo lo que podÃan, empaquetando, controlando y acomodando la mercaderÃa.

SIEMPRE EN EQUIPO
El negocio fue el espacio de recreación y juego de los más chicos, que vivieron de cerca e incorporaron el concepto de responsabilidad y amor por el trabajo que estaba en el aire. El plantel de Oslé compartía absolutamente todo: trabajo, almuerzos, cenas, cumpleaños, salidas de fines de semana y hasta las fiestas navideñas. Fuerza de equipo y amistad, valores que distinguen nuestra empresa por su compromiso desde aquél entonces. Llegar; llegar sí o sí al punto de venta, contra barro, lluvias, problemas de tránsito. Como fuera posible.
Si bien en aquellos comienzos no había cobertura social, el sistema de protección hacia el personal era paternalista. Aurelio generaba charlas con los empleados. Lo distinguía una constante comunicación e interés por las personas. El se sentaba en el mostrador, donde se preparaban los pedidos, y desde allí, trasmitía en charlas informales, una idea siempre clara:
Objetivos concretos, convicción y coraje para alcanzarlos.
NUESTRA
AYER Y HOY
IMAGEN











